Feriando Ando: FERIA VINTAGE, UN LUGAR PARA LA MODA CIRCULAR Y LA NOSTALGIA
- La Movida
- 15 nov 2024
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Actualizado: 27 nov 2024
La feria organizada por el Chalet Cantoni se ha convertido en un espacio de encuentro intergeneracional donde la música retro, las antigüedades y la moda circular se convierten en el plan ideal de muchos jóvenes. Emprendedores que venden ropa vintage brindan su testimonio sobre la feria que reúne recuerdos, lazos e historias.

Por Rayén Huilén Jofre 15 de noviembre, 2024
Desde hace dos años, luego de ser restaurado e inaugurado por el Ministerio de Turismo y Cultura de la provincia, el Chalet Cantoni funciona como una casa cultural. Este espacio cuenta con una amplia carta de actividades como talleres, exposiciones artísticas y musicales e incluso eventos gastronómicos, pero la propuesta de la Feria Vintage es una de las que más público atrae. La feria bimestral, que inició en febrero de 2023, ya ha acumulado más de seis ediciones y con cada una se consolida más como uno de los planes preferidos en la agenda de los jóvenes.
Con el paso de las ediciones, la feria vintage se convirtió en un lugar en el que el público y los feriantes asisten para pasar una tarde con un plan tranqui, vender o descubrir objetos que ya no se ven o encontrar historias; o muy probablemente las tres opciones.
Muchos llegan al Chalet invitados por su grupo de amigos y luego de bajar del A en la Libertador, a unas cuadras de la plaza de Desamparados. O bien durante un paseo por la avenida, la gente ve la casona iluminada por luces moradas e ingresa guiada por la música retro. Con mate en mano, parejas y amigos comienzan a recorrer los stands al aire libre iluminados por foquitos y observan los objetos sobre los manteles compartiendo con otros recuerdos, nostalgia y curiosidad.
En la feria es común ver gente vestida para la ocasión con ropa retro, de colores llamativos y confecciones singulares, “Dress For Sucess” como diría Roxette. Otra escena que se repite son los que tararean o bailan las canciones de los 80 y 90. Jeremías Olivares (32), feriante de ropa vintage, cuenta que escucha comentarios como “Eso tenía mi abuela”, “cuando era chico tenía eso” o “mi tío me regaló uno”. Jeremías destaca la esencia particular de esta feria que trae de nuevo a la memoria colectiva aquellos objetos que muchas veces quedan en el olvido.

Prendas del emprendimiento de Jeremías. Foto cortesía de Jeremías Olivares.
"Hay cierta originalidad en cada uno de los jóvenes en tomar algo que para otros está pasado de moda"
Respecto a la moda circular que se fomenta en la feria, Jeremías menciona que muchas personas van para conseguir ropa que ya no se ve. “Hay cierta originalidad en cada uno de los jóvenes en tomar algo que para otros está pasado de moda”, expresa. Además, señala la importancia del concepto de reutilizar y concientizar sobre la sobreproducción de indumentaria innecesaria que afecta al medio ambiente y alimenta el consumismo.
Por otra parte, Nancy Condorí (32), feriante y rediseñadora de ropa vintage, habla sobre los intercambios que suele tener con el público al momento de vender una prenda. Las personas además de ojear la confección, también preguntan si la ropa tiene alguna historia en particular.
“Las personas se llevan cosas por las sensaciones que le generan y los sentimientos sobre su historia. Eso es el valor, cada objeto tiene que estar preparado para seguir viajando y recargando más historia”.

Nancy Condorí con ropa vintaje. Foto cortesía de Nancy Condorí.
Micaela Alonso (25), vendedora de ropa vintage, expresó que le apasiona lo de “volver a darle otra significación a lo antiguo. Siento que ese tipo de personas le está volviendo a dar importancia, entre ellos muchos jóvenes”. Además, rescató otro escenario que se da en el transcurso de la feria que es cuando jóvenes se acercan y preguntan por la utilidad o historia de los objetos y otros adultos mayores les enseñan.

Alonso con su stand Ofilia en la Feria Vintage. Foto cortesía de Micaela Alonso.
La vintage es entonces un lugar de encuentro con otro y, a su vez, un espacio de aprendizaje, donde la revalorización de ciertos objetos forma parte de la memoria colectiva sanjuanina. Como lo definió Nancy “además de revivir vínculos familiares y valores, también potencia el pensamiento colectivo, más allá de verlo como solo una feria de venta; esto es mucho más rico culturalmente de lo que uno pueda creer”.
Sobre el futuro de la vintage, Mathias Bravo, productor del Chalet, satisfecho con la comunidad que se ha formado entorno a la feria, espera en un futuro cercano que la misma se convierta en un evento de mayor convocatoria con la presencia de coleccionistas y expositores.
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